Editorial

La cultura es el espacio natural donde la sociedad dialoga, disiente, se reinventa y de algún modo constituye al propio ser social; es decir, funciona en el marco de la sociedad civil donde la influencia de las ideas, las instituciones y las personas se ejerce no a través de la dominación política, sino a través del diálogo y del consenso ciudadano. Por tanto, si hay un espacio donde debe anclarse la democracia y el desarrollo de los hombres y mujeres es precisamente en la cultura.
Lo que es significativo no es tanto su contenido, como el hecho que se comparta. Esas representaciones comunes ofrecen una cierta preorganización del mundo, un mapa compartido con el que orientarnos. La cultura es al mismo tiempo memoria común (una misma lengua, una misma historia, unas mismas tradiciones) y un conjunto de reglas que permiten la convivencia (convenciones sociales, códigos de conducta).
Las democracias del futuro tienen una de sus pruebas más decisivas en su capacidad de desarrollar la cultura para así contener a sociedades cada vez más plurales. Una democracia es más potente, al contrario de lo que a veces se afirma, no cuanto más consenso tiene, sino cuanto más conflicto es capaz de contener, contando con medios para lidiar esos conflictos, reconducirlos al marco común de convivencia. En la misma línea, podemos decir que no es más fuerte un estado cuanto más homogéneo culturalmente sea, sino cuanta más heterogeneidad cultural sea capaz de contener. Ese será uno de sus valores esenciales. De no avanzar por esa vía, los incentivos a la desarticulación social crecerán.

Mtro. Luis Fernando Ruz Barros

miércoles, 8 de abril de 2009

LETRAS ESTEPARIAS…

EL ORÁCULO DE DELFOS
Por Luis Fernando Ruz Barros



LETRAS ESTEPARIAS…
Lobo Estepario es un clásico de la literatura alemana surgido en la época de la postguerra, dentro de una sociedad cansada y sin identidad. Más que una novela, es un tratado filosófico acerca de la sociedad y el hombre que la contempla y se contempla, y se conoce; precisamente su interpretación trasciende y se vuelve más profunda, adquiriendo nuevos significados para cada periodo de tiempo, y hasta para el propio autor. Advierto que este no es un libro fácil de entender, si se quiere hacer de una manera verdadera. Sobre todo para quienes no tienen el hábito de lectura y reflexión. Este libro, es en gran parte, de interpretación personal. Es un libro que siempre te cambia un poco, como todos los buenos libros, y sobre todo los de este gran autor y maestro: Herman Hesse. Se dice, que es su obra cumbre, y también el favorito de muchos. Harry Haller, el protagonista de la novela, se siente terriblemente desgarrado entre dos personalidades diametralmente opuestas. Una de ellas está asociada con el intelecto y los nobles ideales a los que aspira, mientras que la otra consiste en los bajos instintos y en los espacios más mundanos de la carne. El Lobo Estepario describe esa tensión que domina la vida interior de Haller desde tres perspectivas distintas: la del sobrino de su casera, un joven burgués, la de un panfleto psicoanalítico, y la del propio relato autobiográfico de Haller. Con la ayuda de algunos de los demás personajes de la novela, Haller descubre poco a poco que “cada yo lejos de ser una unidad, es un mundo de extraordinaria multiplicidad, un cielo constelado, un caos de formas diversas…”. Decidido a explorar esos aspectos múltiples de su ser, el protagonista experimenta con su sexualidad, frecuenta clubes nocturnos y se relaciona con personas a las que antes miraba de forma burlona y condescendiente. Es así pues, como llega a darse cuenta de que esos movimientos de búsqueda son tan valiosos como la emoción de los hallazgos intelectuales. El carácter extremadamente experimental de la conclusión del libro puede inspirar perplejidad y define, hasta cierto punto, que sea precisamente El Lobo Estepario la obra más incomprendida de Hesse. Además de su brillante y sugerente meditación sobre el tumultuoso proceso de autodescubrimiento, esta obra, es una crítica mordaz y visionaria de la complacencia de la clase media alemana ante la escalada militarista que precedió e hizo posible el ascenso al poder de aquél sombrío personaje generador del Holocausto.