Editorial

La cultura es el espacio natural donde la sociedad dialoga, disiente, se reinventa y de algún modo constituye al propio ser social; es decir, funciona en el marco de la sociedad civil donde la influencia de las ideas, las instituciones y las personas se ejerce no a través de la dominación política, sino a través del diálogo y del consenso ciudadano. Por tanto, si hay un espacio donde debe anclarse la democracia y el desarrollo de los hombres y mujeres es precisamente en la cultura.
Lo que es significativo no es tanto su contenido, como el hecho que se comparta. Esas representaciones comunes ofrecen una cierta preorganización del mundo, un mapa compartido con el que orientarnos. La cultura es al mismo tiempo memoria común (una misma lengua, una misma historia, unas mismas tradiciones) y un conjunto de reglas que permiten la convivencia (convenciones sociales, códigos de conducta).
Las democracias del futuro tienen una de sus pruebas más decisivas en su capacidad de desarrollar la cultura para así contener a sociedades cada vez más plurales. Una democracia es más potente, al contrario de lo que a veces se afirma, no cuanto más consenso tiene, sino cuanto más conflicto es capaz de contener, contando con medios para lidiar esos conflictos, reconducirlos al marco común de convivencia. En la misma línea, podemos decir que no es más fuerte un estado cuanto más homogéneo culturalmente sea, sino cuanta más heterogeneidad cultural sea capaz de contener. Ese será uno de sus valores esenciales. De no avanzar por esa vía, los incentivos a la desarticulación social crecerán.

Mtro. Luis Fernando Ruz Barros

jueves, 20 de noviembre de 2008

IMPULSO Y COMPROMISO CON LAS LETRAS...

EL ORÁCULO DE DELFOS

Por: Lic. Luis Fernando Ruz Barros


IMPULSO Y COMPROMISO CON LAS LETRAS...

Alguna vez, recuerdo, fui a una presentación de una reedición del libro “Poemas y reflexiones”, de un poeta veracruzano cuyo lazo sanguíneo hace menos objetiva su presentación. En efecto, Emilio Ruz Ávila no solo es un artista de las palabras sino también veracruzano comprometido con la cultura y con el desarrollo de las artes literarias en el puerto que me ha visto nacer, y es precisamente el compromiso con las letras lo que quiero abordar. Cuando aún era pequeño recuerdo vagamente tener como primeras lecturas algunos de sus poemas, entre ellos, uno que hasta hoy resuena con lírica armonía por los pasillos de mi memoria, se llamaba “Dialogo con el corazón”. Pero más allá de su vasta obra, tengo que mencionar que él como veracruzano ha desarrollado el amor por las letras, que tal vez muchos de los que hoy empezamos a labrarnos el camino deberíamos experimentar, y es que ¿Qué es la literatura?, tal vez como lo dijo el intelectual francés Roland Barthes “Es un fenómeno esencialmente escrito”, pero establecer tecnicismos en este momento sería tedioso, por lo que mejor tomo la hoja y doy vuelco a la página, intentando entonces describir la importancia que la literatura tiene como género de cultura. En efecto, es a través de las letras como la gente empieza a ilustrar sus conocimientos empíricos y a priori que se obtienen por el hecho del manifiesto de los sentidos, conocimientos mismos que no solo estan delimitados a algún tipo de lectura, sino a toda aquella que contribuye al desarrollo creativo y a la imaginación, es ahí donde me refiero a la literatura. Desafortunadamente no solo en Veracruz carecemos de “Ruz Avilas” sino en todo el país, puesto los programas educativos cada vez reducen en mayor medida los espacios para la enseñanza de las letras y de las corrientes literarias en el transcurso de los años, por ejemplo, tal vez Jaime Renán, excelente cuentista xalapeño, estaría multigalardonado de haber nacido en alguna provincia francesa o en algún suburbio londinense, pero no, es veracruzano y por ello, las limitaciones inconmensurables e incomprensibles que un mexicano talentoso padece. Es momento de que los hombres de letras y los amantes del género cambiemos este rumbo de medianía, cuando en nuestra entidad y en nuestro País hay gente virtuosa de la redacción y de la creación literaria, reafirmo, es momento de fomentar la lectura como medio represor a la ignorancia pues solo con la lectura cotidiana conoceremos paisajes, costumbres, tradiciones, de lugares que posiblemente jamás lleguemos a visitar, en general incrementando nuestro acervo, y hablo de esas lecturas, que siendo novela, poesía, teatro, ensayo, prosa, crónica o cualquier otro rubro, llenan con sus páginas los vacíos crudos del ocio y la desidia que hoy es preponderante, en alguna medida, tristemente en cada uno de nosotros.

1 comentario:

Sin Corazón dijo...

Hago mias las palabras de Ernesto Sabato, "Lo he dicho en otras oportunidades y lo reafirmo: la búsqueda de una vida más humana debe comenzar por la educación."
Gracias por este blog :)